¡Había cabras de su raza! No como la otras flacuchas de orejas grandes de España, enseguida intentó subir a por ellas pero tan pronto como subío, se quedó atrapada.
Las otras cabras bajaron a ayudarla y se fueron a tomar algo para intercambiar conocimientos sobre sus tierras e intentar averiguar que hacía una cabra como esta en España.
Según La Cabra iba contando su historia a la otra cabra, llamémosla Otawa (para diferenciarlas) se iba dando cuenta de algo que por ahora mantenía en secreto.
A la sigiente mañana, cuando la cabra se despertó, vio a Otawa cornear a todo ser vivo de una manera salvaje, cruel e incivilizada, enseguida empezaron a discutir y La Cabra se fue. Pronto se encontró con otro grupo de cabras que afirmaban haber pasado por lo mismo, y que estaban aterrorizadas ante Otawa, todas aquellas cabras habían vivido una mala experiencia con él y por eso se llamaban los R.A.O (Resistencia de los Amenazados por Otawa).
Las cabras en seguida
supieron que aquella Cabra de ciudad estaba allí por alguna razón, teoría que se reafirmó cuando les contó todas sus hazañas. La Cabra era La Elegida. La Elegida para terminar con Otawa y poner paz a este paraíso (paraíso ni de coña, hace un frío que pela). Meses después, La Cabra había estado entrenando y puliendo sus grandes técnicas
Ella estaba preparada para la épica batalla entre el bien y el mal...
Al llegar, La Cabra gritó: ''¡Otawa!'' A lo que Otawa respondió: ''¡Tío me has despertado, ya puede ser importante!''
En el momento en el que sus miradas se cruzaron, liberaron un odio que se podía oler en Washington.
El tiempo se detuvo, esperando el momento justo en el que atacar. Un ensordecedor grito retumbó por toda la cordillera y la batalla empezó.
En la guarida de la R.A.O aguardaban preocupados, hacía demasiado tiempo que no sabían nada de El Elegido.
Mientras tanto...
''Únete a mí, Cabra''
''¡Jamás!''
''Únete a tu padre''
(Música ''to'' dramática)
''¡NOO! ¡Estás mintiendo!''
''No, Cabra, yo soy tu padre.
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